¿Una medalla olímpica puede marcar un antes y un después en un país? ¿Puede afectar a su economía o a su sociedad? ‘The Power of One’ narra y profundiza en la historia de seis países (Guatemala, Chipre, Jordania, Kosovo, Montenegro y Togo) que experimentaron una profunda transformación al recibir su primera medalla olímpica.
El Olympic Channel del Comité Olímpico Internacional (COI) trata de que la llama olímpica no se apague de unos juegos a otros. Gracias a la colaboración de Visual Comunicación con el programa deportivo ‘Informe Robinson’ (Movistar+), el Olympic Channel contactó con nosotros para solicitar una propuesta. Así nació la serie audiovisual ‘The Power of One’. Con ella se dio voz a deportistas que no acostumbran a salir en televisión.
En la actualidad, hay 23 países que sólo cuentan con una medalla olímpica en su medallero. Después de realizar una primera batida y hacer una preselección de posibles protagonistas, la lista final la definió la propia realidad: ¿qué historias tenían más opciones de ser contadas?, ¿qué deportistas tenían de verdad algo que decir en la actualidad? El proceso de documentación y búsqueda de historias concretas fue una de esas labores apasionantes en las que, al principio, todo parece una madeja enmarañada y, cuando encuentras el hilo del que tirar, todo cobra sentido. Nuestro reto era dotar a cada historia de su propia entidad. Nunca repetirse. Siempre buscar algo diferenciador. Mostrar aquello que hacía a cada historia única. Conseguir una serie que respirara unidad, pero en la que cada episodio reflejara su propia personalidad.
En algunos países encontramos más dificultades que en otros para sacar adelante los documentales. Algo habitual en el desarrollo de nuestro trabajo. No podemos olvidar que, por mucho que nuestras intenciones sean honestas, somos unos desconocidos que nos metemos en “casa” de otras personas. Hay que saber escuchar, plantear, ganarse la confianza, convencer… El contacto con los deportistas fue más sencillo. Contábamos con la ayuda institucional del Olympic Channel y el COI. Luego, ya era cosa nuestra conseguir cuadrar las ocupadas agendas de los deportistas en activo con los calendarios de producción.
Finalmente, encontramos esas historias que reflejaban un cambio real en cada país. Conseguimos sacar adelante con éxito este proyecto de envergadura internacional y dificultades varias: la logística, los idiomas, las idiosincrasias y sus burocracias, los calendarios, los requerimientos técnicos, el refuerzo técnico local…

El proyecto se extendió durante dos años. Pasamos una media de diez a doce días por país. El equipo que acudía estaba compuesto al menos por tres personas de Visual Comunicación, más el apoyo de un periodista local. Este cuarto integrante del equipo fue clave para entender el país, la realidad detrás de las historias. Teníamos que estar preparados para todos los acontecimientos inesperados que pudieran surgir. Combinamos una producción ligera con los mejores estándares de calidad. La labor de preproducción y documentación fue muy importante en todos los casos, ya que para entender el cambio que había supuesto ganar la primera medalla olímpica teníamos que conocer bien el país.
GUATEMALA / ATLETISMO
Erick no quiso ser contable, pero sí abrir puertas
Erick Barrondo ganó la medalla de plata en marcha atlética en los Juegos de Londres 2012. Inspiró a toda una nueva generación de jóvenes atletas en su país. Hijo de Bernardo, agricultor, y Dora, cocinera de un albergue de estudiantes, el protagonista de nuestra primera historia nació en 1991 en San Cristóbal, Alta Verapaz, en el seno de una familia muy humilde. Dejó sus estudios cuando cursaba el primer año de perito contador. Marchó a la capital en busca de mejor fortuna, y a quien encontró fue al cubano Rigoberto Medina, un entrenador de ya larga trayectoria en ese momento. Contra todo pronóstico, el joven Barrondo ganó los 20 kilómetros marcha en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México, en 2011. En Londres se hizo con el segundo puesto en los 20 kilómetros. Nombrado guatemalteco ilustre en 2013, ha dicho: “Las puertas no se abren solas. Las puertas las vamos abriendo nosotros conforme a nuestras propias acciones”.

Erick Barrondo ganó la medalla de plata en marcha atlética en los Juegos de Londres 2012.
Barrondo se caracteriza por tener una conciencia social importante de cara a su entorno más cercano y su comunidad. Gracias a su logro, se construyeron en la localidad natal un consultorio médico, un colegio, y un complejo deportivo. Hasta la fecha, el marchista ha llevado alrededor de siete mil pares de zapatillas deportivas a niños con escasos recursos que no tienen calzado. El cineasta guatemalteco Jayro Bustamante contará su historia en la película ‘Los tenis de Barrondo’, que se estrenará en pantalla grande en septiembre de 2019.



CHIPRE / VELA
El romance de Pavlos con el mar no entiende de números
El chipriota Pavlos Kontides (Limmasol, 1990) fue medallista de plata en vela en los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012. Fue en la categoría Laser. Cinco años después, en 2017 y también en 2018, se proclamaría campeón mundial en la misma clase, y logró coronarse como el mejor regatista del año.

Pavlos Kontides fue medallista de plata en vela en los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012.
Es el primer regatista en clase Laser que consigue ser campeón mundial dos años consecutivos. “Mi relación con el mar es como un aventura romántica”, ha dicho. El triunfo de Kontides abrió una ventana a la esperanza en un país sacudido especialmente por la crisis económica en ese momento. El joven fue capaz de insuflar ánimo a una sociedad deprimida y de inspirar a toda una generación empobrecida por la crisis. Se convirtió en un héroe nacional: “En Chipre somos menos de un millón de personas, así que ganar una medalla en unos Juegos no es sólo cuestión de números”. La relación de Pavlos Kontides con la vela surgió muy pronto, cuando solo tenía nueve años. En 2014 convirtió ese hobby en su modo de vida. El salto decisivo en su carrera sucedió en 2007, cuando logró clasificarse para los Juegos de Pekín del año siguiente. Ese año se alzaría con el campeonato mundial junior.
En los Juegos de Río, en 2016, fue el abanderado de Chipre en el desfile inaugural. Pavlos nació en una familia acomodada de la isla mediterránea. Su padre, médico, fue quien le llevó por primera vez al club náutico de Limmassol. Ha mostrado siempre una profunda conciencia social. Cuando no está entrenando, muestra sus secretos con el barco a jóvenes, participa en actos de caridad e imparte conferencias en escuelas de primaria donde inculca a los estudiantes la importancia del deporte para el desarrollo personal.


JORDANIA / TAEKWONDO
En los campos de refugiados miran a Ahmad
El oro de Ahmad Abughaush en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en 2016, es la primera medalla olímpica en la historia de Jordania.
Tan importante fue, que además de inspirar a los/las jóvenes de su país, Ahmad tuvo repercusiones hasta en los campamentos de refugiados. Jordania vive rodeada de conflictos. Los países árabes no tienen una larga tradición de apoyo al deporte. Pero, gracias a Ahmad y a su medalla en la categoría de 68 kilos, el taekwondo se ha acabado convirtiendo en una herramienta de motivación social en los campos de refugiados que alberga Jordania.

Ahmad Abughaush consiguió la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en 2016.
Abughaush (Amman, 1996) es descendiente de palestinos. Sus abuelos tuvieron que desplazarse a Jordania muchas décadas atrás. El joven Ahmad se inició en el taekwondo en un gimnasio local de Amman y en seguida destacó. Su humildad, su perseverancia y su coraje, al decir de los que le conocen, lo convirtieron en el mejor. “Nunca dejes de creer en tu sueño”, insiste y recomienda. Estudiante de Educación Física en la Universidad de Jordania y amante del fútbol, en 2010 participó en el campeonato mundial junior y se alzó con el oro, el único atleta árabe que consiguió esa proeza. Aunque compitió en los Juegos de Londres, en 2013 sufrió una rotura del ligamento cruzado que le apartó un año del tatami. Pero su regreso fue igualmente victorioso. “Ganar la primera medalla olímpica de la historia de Jordania es algo que no se puede describir con palabras”, dijo en Río. Luego sería agasajado hasta por el Rey de su país.


KOSOVO / JUDO
Cuando Majlinda pudo por fin escuchar su himno
Majlinda Kelmendi tuvo que participar con Albania en los Juegos de Londres de 2012 por el veto que entonces sufría Kosovo. Al no tener oficialmente país, la judoka kosovar ha ganado decenas de combates representando a la federación internacional y ha subido a lo más alto del podio sin ver su bandera ni escuchar su himno. Por eso, lo que sintió en Río de Janeiro en 2016 al colgarse finalmente el oro por Kosovo —la primera medalla olímpica de la historia del país— no lo cambiaría por nada. «Fue el día más feliz de mi vida. Viví sentimientos irrepetibles. Mi familia vivió la guerra dentro de casa, sin poder salir, escuchando cada día cómo caían la bombas y el ruido de las metralletas. Podré perder combates, ganar más campeonatos, incluso otra medalla olímpica, pero nada será comparable a Río. Eso formará parte de mi historia y la de mi país para siempre», dijo el año pasado en España.

Majlinda Kelmendi consiguió el oro por Kosovo en Río de Janeiro en 2016.
Majlinda (Pejë, 1991) es sin duda la mejor embajadora que tiene Kosovo. Siempre ha dicho no a competir por otro país. Ofrecimientos ha habido muchos. “Mi sueño siempre fue ganar una medalla con Kosovo. Me siento orgullosa y feliz de poder competir defendiendo a mi país. No hay dinero que pueda comprar el amor que siento por él». Para un país que acababa de ser reconocido y que por primera vez acudía a unos Juegos, su gesta en la categoría de 52 kilos ha tenido unas consecuencias incalculables. Se inició al judo con ocho años en su ciudad natal, la tercera del país, de solo 100.000 habitantes. En aquella ciudad deprimida de la posguerra, la descubrió Ditron Kuka, la gran referencia del judo kosovar. En 2009 fue campeona mundial junior. En Londres 2012 no consiguió la esperada medalla. En 2013 y 2014 sí fue campeona mundial. Ese año ya se había encaramado a lo más alto del ranking de la Federación Internacional de Judo. Ganadora del oro en el Grand Slam París de 2014 a 2017, campeona europea en 2016 y 2017, y condecorada con la medalla al mérito presidencial de Kosovo, 2016 fue su gran año.
La judoka tiene claro que si Kosovo es una potencia en este deporte se debe a Kuka, su entrenador. “En judo es fácil sacar un campeón olímpico con Japón, Francia o incluso con España, pero ven a Kosovo a ver cómo entrenamos. No tenemos nada, ni fisio, ni doctor, ni nada. Pero tenemos la suerte de tener a Ditron Kuka, que es nuestro ‘manager’, nuestro entrenador, nuestro amigo, nuestro fisioterapeuta, nuestro médico… Lo es todo. En Pejë, alrededor de su club de judo, entrena el equipo nacional. “Somos como una familia”, dice Majlinda, cuya mirada dulce se transforma en fuego, igual que cuando pisa un tatami, cuando habla de su patria: «Menos mal que tenemos el deporte, porque gracias a eso mucha gente nos respeta y nos apoya. Yo siento que he hecho más por mi país que cualquier político», reivindica.




MONTENEGRO / BALONMANO
Maja, Bojana, Ana, Katarina y las otras leonas guerreras
La plata de la selección femenina de balonmano de Montenegro en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012 supuso la primera medalla olímpica en la historia de Montenegro. La proeza de las ‘leonas guerreras’, como se las conoce, que también ganaron el oro en el Europeo de ese año, contribuyó al reconocimiento de la mujer en el deporte y supuso un gran impulso para su empoderamiento. En Londres pusieron fin a su trayectoria deportiva dos referentes del equipo, Maja Savic y Bojana Popovic. Sus otras dos jugadores clave fueron Ana Djokic y, sobre todo, Katarina Bulatovic, la goleadora. Se considera a Dragan Adzic, su entrenador, como el gran artífice de esa gesta deportiva.

La plata de la selección femenina de balonmano de Montenegro en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.




TOGO / PIRAGÜISMO
Benjamin o cómo el deporte puede cambiar la vida
El piragüista de slalom Benjamin Boukpeti, nacido y criado en Francia, brindó a Togo —el país de su padre, que sólo había visitado una vez antes— la medalla de bronce en los Juegos de Pekín en 2008.En su categoría K1, y después de dos participaciones olímpicas anteriores, su tercer lugar suponía la primera medalla del país africano en unos juegos.

Benjamin Boukpet consiguió la medalla de bronce en los Juegos de Pekín en 2008.
Boukpeti se inició en el kayak a los diez años. Después, ha cursado estudios de dirección de empresas en Toulouse. Es una persona que realmente cree en la necesidad de que el deporte sirva para el desarrollo de las sociedades. Forma parte del clubChampions for Peace, un grupo con base en Mónaco y formado por más de 90 grandes campeones que quieren hacer del deporte una herramienta para el diálogo y la cohesión social en países en vías de desarrollo. “El deporte es un excelente medio para educar. Una buena educación es capaz de cambiar nuestras vidas. Ésta es la razón por la que pienso que el deporte también puede cambiar nuestras vidas, y en especial las vidas de los niños, que son el corazón de nuestras sociedades”, asegura.





DÓNDE ENCONTRAR LAS HISTORIAS
En el Olympic Channel se puede conocer la historia de estos países tras obtener su primera medalla olímpica. Ver en este enlace.