Conocí el mundo audiovisual gracias a mi familia, la cual, siempre ha sido amante del cine y las películas.
Como todo niño, empecé en la alfombra de mí cuarto, echado y rodeado de LEGOs, imaginando batallas campales, con enormes ejércitos repletos de incontables filas de infantería, caballería y grandes fortalezas.
Y jugando con un avión que tenía de Playmobil, y que, por desgracia o por fortuna de los pasajeros, siempre se terminaba estrellando.
Por suerte, la cosa no quedó ahí, y cuando descubrí lo que era una cámara, y lo que esta podía llegar a hacer, mis ganas de seguir contando historias aumentaron. ¡El poder de rodar mis primeras peliculillas me había sido concedido! ¡Por fin podía rodar mis épicas batallas!
Desde entonces, y durante años, contar historias a través de la cámara y el papel ha sido mí gran pasión, es algo que me encanta y me emociona. Vivo para ello.
Por eso, Visual Comunicación juega un papel tan importante para mí. Porque es una oportunidad para perfeccionar mi pasión, exprimir el talento y contar las historias que nunca nadie antes ha contado.