Yo me equivoqué. Siempre he llevado un crítico gastronómico dentro. Pero creía ser un periodista deportivo. Así empezó mi carrera dentro del mundo de la comunicación hace ya unos cuantos años. Tuve la suerte de caer en un Canal +, donde me enseñaron a mirar la realidad desde puntos de vista distintos. Y, sin saberlo, empecé a conectar cables que parecen imposibles de unir. ¿O no es eso la publicidad?

Volví para poder ser yo quien decidiera qué cables juntar. Y desde entonces, disfruto de contar las cosas de otros a mi manera. De pasar horas soñando campañas en paredes de cristal. De ver algunos pequeños sueños cumplidos. De creer que lo mejor está por llegar. Tengo la suerte de conocer a gente increíble y de poder aprender de todos ellos. Y aunque estoy escribiendo esto un miércoles a las 04:40 de la mañana, con muchas cosas en la cabeza que no me dejan dormir, volvería a dar cada uno de los pasos que me han traído hasta aquí. ¡Este es un viaje que merece la pena!